Mostrando entradas con la etiqueta piedras semipreciosas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta piedras semipreciosas. Mostrar todas las entradas

lunes, 9 de julio de 2012

La preciosa Babilonia de Iradj Moini


Desde 1989 Oscar de la Renta acompaña sus creaciones con sus joyas. El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York realizó una exposición de ellas en el 2006. Pueden verse también en la Tate Gallery de Londres y, por si faltaba algo que lo consagrara, tres de sus piezas forman parte de la colección permanente del Louvre.
Sí, tenemos el gusto de presentarles (bueno, ya se habrán dado cuenta de que este diseñador es archiconocido) al iraní Iradj Moini.
Aunque tiene formación en arquitectura, el brillo reluciente de los cristales y la transparencia de las piedras son parte de su pasión, expresada con estilizaciones de la naturaleza, flores e insectos trasmutados de luz, libertad e imaginación.



Dos ojos abiertos forman estos aros con peridots, amatistas, citrinos y ónix negro.

Sus diseños, enteramente confeccionados a mano y de los cuales no hay uno igual a otro, redefinen los límites de los estereotipos en joyería, tanto por sus formas, tan libres y orgánicas que a veces se dislocan, como por su color, cuyas combinaciones realiza sin inhibición.


De Iradj podría decirse que es un maestro del volúmen y la línea: esta puede seguirse en los alambres que sostienen con absoluta gracia y desparpajo los engarces con sus brillos, así como en las tiras de brillantes que retienen las grandes piedras de sus megacollares, sus tupidas pulseras, sus enormes anillos y broches.










Como en los míticos jardines colgantes de la antigua Babilonia, cada componente y necesidad técnica de sus joyas concurre a trasmutar sus figuras maximalistas y cascadas de piedras en insectos y flores de fantasía, una profusión de tesoros naturales llenos de magia y suntuosa voluptuosidad.
El pequeño monito tallado de este collar parece un rey entre  los ónices negros,
las labradoritas, los cuarzos y el peridot.
Dos grandes flores toman el protagonismo en este collar 

Turquesas y malaquita




Irregular caída de transparencias en aguamarinas, amatistas y citrinos.


Cadenas, aguamarinas, amatistas, perla de agua dulce y peridots.

Amatistas, citrinos y rodolitas.


Como una cascada de agua: ónix negro, turquesas citrinos y fluoritas.


Dos fantásticos insectos pelean por un cuarzo gigante del que pende un citrino.

Verdaderos objetos de deseo, los diseños de Iradj Moini superan con creces las tendencias y las modas, porque remiten al paraíso terrenal: causa suficiente para estar entre las bellas artes.






miércoles, 28 de marzo de 2012

Un collar espectacular

Isabella  Rosselini vestida con un lienzo carmesí que le cubre las piernas y este magnífico collar sobre su torso en "La muerte le sienta bien" (Death Becomes Her)


siete hileras de diversas piedras semipreciosas, oro y perlas en distintas formas, colores y tamaños perfectamente combinados (algo bastante difícil de lograr)

miércoles, 8 de febrero de 2012

Las rosas de piedra del Inca


El soberano vivía entre los muros de las montañas de su imperio; de allí la extraía para atesorarla. Pero luego de la conquista la piedra natural se convirtió en leyenda y sangre de aquellos pueblos del extremo sur del imperio inca. Es una de las analogías que esta roca de quieto y rubicundo corazón ostenta: la dura y dolorosa memoria de la conquista de América.
Más tarde, la rodocrosita entró en la literatura universal debido a Roger Caillois, quien fue a buscar lo que él denominó “piedra rosa viva” a su guarida de Andalgalá (Catamarca), mientras intentaba refrescar su pasión por Victoria Ocampo.
Victoria Ocampo,
escritora y gran promotora de la difusión y edición de literatura universal en Argentina

María Moreno, intensa periodista y escritora contemporánea, relata la aventura del francés que llegó a la ciudad por una ruta flanqueada con mojones de paja brava, remolinos de viento y cactus candelabro: -¿Qué demencia me impulsa a querer buscar en la galería misma de la mina una muestra, que podría procurarme fácilmente en cualquier tienda especializada de Londres o París? Lo sé: la recompensa está en el recorrido, él escribió en su libro Intenciones.
Y quizás el más interesante de esos recorridos  sea el que nos conduce a los tiempos precolombinos, cuando el Noroeste argentino formaba el extremo sur del imperio inca y la región era de tan vasta riqueza mineral de oro, cobre y plata, que era impensable no fuera avasallada.

En la ladera oriental de la Sierra de Capillitas, Catamarca, la rodocrosita emergía de las entrañas de la tierra con generosa abundancia: el interior de la parte erosionada del volcán atesoraba las costras cristalizadas hoy denominadas Veta Ortiz, la más hermosa y apreciada del mundo. El pueblo inca la tomaba de allí, sin lastimar a la montaña.


Rodocrosita variedad Ortiz

En realidad, esta piedra semipreciosa es bastante llamativa: coágulos o rosas, sus círculos concéntricos se enlazan con otros formando lágrimas, vibrantes y espigados ríos, o estalactitas cuyo centro se ha fibrosado. Costras, cúmulos o pétalos superpuestos, la analogía con los sentimientos está siempre allí, reforzada por sus colores que van del rosado al rojo intenso (variedad Ortiz) o al naranja, con estupendas aureolas de vetas blancas. 
En 1938, el alemán Franz Mansfeld redescubrió la antigua mina inca de Capillitas, y muy cerca, una tumba conteniendo joyas funerarias hechas con esta piedra.

Entonces la leyenda incaica: la gema se formó de tres gotas de sangre petrificadas que brotaron como tres rosas en la tumba de una virgen sobre la que lloró un guerrero. Por eso, la piedra solía adornar los cuellos de las princesas del Tiahuanaco, como símbolo de fidelidad y amor eternos.

Una doncella inca y su collar, pintada en tiempos de la colonia española con los vestidos mestizados entonces en uso.

La rodocrosita, Rosa del Inca, o Rosainca se encuentra en poquísimos lugares del mundo, y sus minas más bellas y prolíficas se encuentran en la provincia argentina de Catamarca.

Es un carbonato de manganeso de color rosado con distintas tonalidades. Se presenta en cristales pequeños, redondeados, en drusas, en masas granulosas, espáticas, en agregados compactos, botroidales o estalactíticos. Clivaje perfecto. Frágil. Dureza: 4. Peso Específico: 3,3 - 3,6.
Puede tener bandas de pirita bien diseminadas. En el pais se vende a valor dolar, y sus principales compradores, son los turistas, ya que por su abundancia, no son tantos los nativos que conocen su valor en el mercado.
Rodocrosita, variedad "Capillita"

Una pequeña parte de ese valor esta cimentado en su significado emocional, el más rico que tiene: dicen que la piedra cura los males de amor.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Brutal: uno de los nombres de la joyería actual.


Quizás para estar a tono con el revival de mediados de siglo XX o porque domina a la perfección el estilo, la diseñadora de ambientes Kelly Wearstler ha lanzado este año una línea propia de moda y de joyería "brutal", estilo que hacia mediados del siglo 20 supo anticiparse a tiempos de crisis. Pero no es la única. En su momento de auge Dior y Chanel produjeron joyas con este estilo, y hace unos años se lo ve en muchas piezas de Cristian Lacroix (como este collar con turquesas) y en muchas de Roberto Cavalli.
Oro y esmeraldas, anillo de Cavalli


Oro y amatistas, anillo de Wearstler

El "brutalista" fue a contrapelo de la vacuidad del modernismo de post guerra haciendo gala de un lenguaje sólido y auténtico. En francés, "brut" significa "crudo".
Primero en arquitectura, y luego en otros ámbitos del diseño, el brutalismo puso en evidencia uno de los mayores conflictos del diseño: funcionalidad versus ornamentación y convencionalismo.                          


Colgante brutalista de Dior, oro y esmeraldas. Década del ´50.

Entre las décadas de 1950 y 1970 se impusieron las obras toscas y desaliñadas que mostraban los materiales y las técnicas constructivas sin delizadezas ni elegancia en un nuevo. Con materiales rústicos, texturas naturales y dominio de las formas volumétricas y monumentales, el brutalismo expresó su desprecio por la pulcritud y los acabados. Los elementos estructurales se hicieron visibles generando una estética muy austera y de apariencia áspera.
La joyería no quedó excenta de este movimiento, tomando su principal inspiración de la naturaleza: metales sin pulir, gemas cristalizadas y piedras en estado natural.

Pendientes de Christian Lacroix



    Una de las emblaméticas cruzes del mismo diseñador



Tampoco Chanel estuvo excenta. Cruz de su joyería, de los años ´50.

Otro anillo de Cavalli

                     
 
Super masculinos y elegantes, gemelos de oro blanco y dos trozos de pirita de gran tamaño, fuerza expresiva y marcada personalidad.

Anillo, clutch, pulsera y alhajero. Por Kelly Wearstler.

sábado, 21 de mayo de 2011

Las piedras de Tonny Duquette: talismanes de poder.

Broche en hueso, zafiro, corales y esmeraldas

Excéntrico, versátil, capaz de mezclar estilos inconciliables, nada para él fue demasiado. Los prints de leopardo junto a las vetas de la malaquita, los brocatos franceses con las pagodas, el rojo y todo lo que de China podía inspirarlo junto a los enfoscados y las pinturas de los techos venecianos, todo eso esta allí, más las maravillas del mundo natural: corales, huesos de peces o animales, conchas marinas ... combinado, reciclado, potenciado para mostrarnos el esplendor de la vida en su multiplicidad.
Tony Duquette gustó del estilo oriental y del Luis XVI, pero el barroquismo y el exceso fueron su tierra fértil. Todo lo que diseñó fue recargado, colorido y adornado sin caer en lo vulgar.

En su joyería super grande, la malaquita fue una de sus piedras preferidas, además del lapizlázuli, el cuarzo rosa, los corales, el amatista y el ónix. Hay mucha plata enchapada en oro, piedras semipreciosas muy coloridas y gemas exóticas.

En cuanto a las formas, flores, ramas y animales conviven orgánicamente, mientras la geometría es dominada por poderosos soles y sucedáneas figuras radiadas.

Broche de oro, cuarzo y citrino

Así simboliza Duquette la riqueza en sus manifestaciones: fuerza espiritual, integridad y amor. La magia está presente en toda su obra, creada según él al añadir al arte el elemento natural . Vemos por ejemplo aquí abajo una mariposa de oro, turmalina, piedra lunar, apatita, aguamarina y diamante.




Broche de oro que forma un corazón de diamantes y granates

Por eso, sus joyas podrían asociarse a ciertos conjuros, mandalas o ex-votos religiosos que se usan para invocar o atribuir cualidades beneficiosas. Quizás con esta clave, en Abril de este año se organizó una exposición en Bonhams y Butterfields, Los Angeles, llamada "Talismanes de poder".
He aquí un collar bib en multizafiros engarzados con oro 18 kilates, que se asemeja a una pechera o cuello de una vestimenta ritual:




Uno de los collares diseñados para la Duquesa de Windsor

Allí hubo 135 piezas, algunas que él había regalado a entrañables amigos, otras donadas por su mujer y por personalidades del jet set, y otras diseñadas especialmente para la duquesa de Windsor. En todas se percibe el mismo espíritu místico: ellas representan una especie de portal a esa buena fortuna que también de algún modo signó su vida, tan poliédrica y transversal como sus diseños.


Brazalete en amatista rosa y verde, oro, diamantes y aguamarinas azules

Hutton Wilkinson, su colaborador y socio desde 1972, organizó la muestra, y es también quien quedó a cargo de la empresa y continúa reproduciendo las joyas para su venta en las tiendas estadounidenses Saks.


Hutton Wilkinson, mostrando reproducciones de las joyas en en la tienda Saks.

Coral, oro, perlas tahitianas