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domingo, 14 de octubre de 2012

¡El glamour de la novia cabe en una cartera!

 
 
 
 
 
En una ceremonia eclesiástica y nocturna, la novia se presenta como una reina: su nobleza esta en el porte que le da el vestido largo; el ramo es su atributo.
Pero en una boda diurna, el ramo es menos importante y con el vestido corto comienza a cobrar protagonismo la cartera, un accesorio que permite toda la fantasía, el romanticismo y los detalles que una novia moderna y glamorosa puede llevar.
Para la novia, en general la cartera no debería ser demasiado grande: es óptimo uno tipo minaudiere, bolso muy muy pequeño pero muy elegante.


 
Este outfit es de Chanel: en él, el protagonismo de la cartera es evidente.

La cartera se valoriza y realza tu vestuario mucho más en contraste con el vestido, es decir: si tu vestido tiene textura, que la cartera sea lisa y sedosa como el agua; si tu vestido es sencillo, entonces la cartera es la encargada de levantar el look con dibujos, color, texturas y forma.
No obstante, cierto barroquismo esta muy de onda. Dentro de este estilo el dorado y el blanco se acompañan con energía.

 

Lo mismo vale para el brillo: la cartera es un buen accesorio, porque su tamaño es acotado, para lucir mucho brillo. ¡Pero ojo con una que este íntegramente revestida en lentejuelas! ¡Se vé muy caché!


Este pequeño sobre se limita a repetir con gracia el motivo del vestido. Una opción válida cuando no querés "rebajar" un look tan alto.

 
 
Otra opción actualísima: bolsito tejido al crochet: agrega textura sin brillo
 
Para ir complementando tu atuendo con los tips de la suerte de nuestras abuelas: hay que llevar algo nuevo, algo viejo, algo azul y algo prestado, la cartera, si es vintage, es ideal.
 
 
 Este antiguo bolsito de terciopelo celeste hielo con exquisita puntilla de encaje a bolillo y bordados en piedras es un encantador detalle que acerca lo más delicioso de la tradición femenina a tu ceremonia.


 
El color es un aliado del día. Aquí vemos junto a un vestido de encaje beige,
un estuche en damasco color dorado. ¡Super fashion!
 

 
 
Los pasteles son otra opción muy en boga. Esta cartera ultra cool cumple con todos los requisitos: pequeña, diura, con brillo ¡y muy, muy fashion!
 
 
Con contraste y muy chic: bolsito de cuero con aplicaciones de tachas y piedras.

Judith Leiber, es una joyera que terminó haciendo estupendos bolsos para fiestas, porque sus bordados en piedras y las formas que dió a sus carteras recuerdan pequeñas y lujosas esculturas. Y luego se especializó en carteras para novias e invitadas a bodas. Ella recomienda llevar la cartera lo más pequeña posible. Adentro van el documento, un corrector de maquillaje, pañuelo, labial, aspirina y...¡lista!
He aquí una de sus creaciones de alto lujo...
 

 

 
... originalidad en versión polícroma y con forma de ramo. ¿Te gustó?
 
 

miércoles, 3 de octubre de 2012

El glamour de la edad


 


Según dicen, la moda "nunca incomoda"... Pero la juventud perdona excesos que la edad no disimula.
Y aunque de nada me privaré según pasen los años ¿cómo he de hacer para conciliar las ganas con las restricciones?
Ciertas mujeres siempre son elegantes y con estilo. Para ellas se trata de decantar, madurar, depurar... y llevar con orgullo y dignidad lo mejor de sí mismas como siempre. Otras deben aprender a capturar y lucir lo mejor de sí mismas, y afianzar así un look propio.



Kouka Denis, una modelo argentina y musa inspiradora de Yves Saint Laurent que conquistó París. Ambas fotografías atestiguan cómo las líneas esenciales de peinado y el maquillaje se conservaron. En la segunda foto, mismo estilo más discreto: no carece de glamour. 

Entonces, sin privarse de ese atractivo que jamás consistió en mostrar el cuerpo, la edad madura es el momento de depurar belleza, madurez, seguridad y actitud.

 
 

Carmen Dell´Orefice, modelo parisina. Su bijoux agrega gran sofisticación a cualquier look. Comenzó a los 13, a los 15 se convirtió en la modelo preferida de Chanel, y hoy, a los 81, sigue posando. Como ven, el pelo blanco, los enormes ojos pintados con negro y el desparpajo los lleva desde siempre.
 

¿Qué ponerse según pasan los años? Tooooodo.
Con medida, con alegría, con elegancia clásica y chic,  cuidando no abusar de los colores oscuros, que apagan y endurecen la expresión.

 
 
Marisa Berenson Vittoria Schiaparelli, hija de la gran Elsa, fué conocida durante los ´70 como "la chica IT". Ella lleva aquí un collar de Tony Duquette cuyos colores acompañan y resaltan el de sus ojos.

 
Con vestido y joyería (con azules y verdes) de Chanel.

Los accesorios son importantísimos y por supuesto, la forma ideal de actualizar el placard. Zapatos modernos y que permitan caminar seguras, bolsos de última generación en el tamaño que más te siente, y bijoux de calidad, que refleje buena y colorida luz para iluminar el rostro.




 







 

miércoles, 29 de febrero de 2012

El glamour antes del glamour de la Marquesa Casati





Pintada por August Edwin John, 1919

Fue una irreverente y excéntrica millonaria. Se dedicó a dilapidar la mayor fortuna textil de Italia. Para fascinar. Y también, para hacerse célebre. ¿O fue una artista maldita, arte hecho cuerpo viviente y vanguardista performer?

"Reina de la noche" Vestido de León Bakst, 1922
Todo eso junto y más. ¡Ella sí tuvo estilo! ¡Y de qué nivel! Un estilo un tanto bizarro pero altamente impactante: solía pasear en góndola por los canales de Venecia con una víbora enroscada al cuello a modo de collar, llevar disfraces con tecnología incluída (como aquel de San Sebastián que debía encenderse como las estrellas y le provocó una enorme descarga eléctrica), o caminar por los jardines de su Villa sobre el Canal Grande acompañada por dos magníficos leopardos. ¡Ella sí sabía cómo llamar la atención!




Pintada por Paget-fredericks, 1920



Fotografiada por Man Ray, 1935

Si el glamour hubiera sido mercantilizable como ahora, ella habría tenido el monopolio.
Y de algún modo lo creó. Porque aunque no se lo podamos medir por metros de celuloide ni de papel revista impreso, se las ingenió para ser la musa inspiradora de todos los artistas de la época y una de las mujeres más pintadas en la historia del arte.


Vestida por Jean Poiret. 1913



Pintada por Giovani Boldini, 1911-1915

Claro que corrían los años ´20 y el mundo todavía no estaba bajo el poder de los medios masivos de comunicación. Pero fue la década de los escándalos... ¡y vaya si Louisa Casati escandalizó! Fue la más audaz y excéntrica de todas las mujeres que hicieron lo que les dió la gana.


Fotografiada por Adolph De Meyer, 1912

Contaba con el enorme atractivo de unos ojos inmensos y verdes en contraste de su roja cabellera. Pero su mayor talento fué hacerse célebre mediante el arte, a cualquier precio. Desde crear con los típicos flecos del Charleston un vestido que semejaba a una fuente surgente, hasta transformarse en la más irreverente flapper capaz de organizar las fiestas más descontroladas de su tiempo.



Además de su pertenencia a la adinerada nobleza europea, los años 20 y los que siguieron le dieron oportunidad para escandalizar siempre. Y ella los aprovechó. Capaz de cosas increíbles, aunque la palabra glamour no se usara todavía, su brillo jamás decayó.


Pintada por Giullio de Blass, 1913

Todos los ítems de la moda liberal de los años 20 estaban presentes en ella, y más: su actitud descarriada y su abuso de collares, perlas y accesorios para lograr la imagen soñada: una imagen para los escenarios, las fotografías, y las fiestas privadas: a la medida de la imaginación más voraz.


¿No creen que fue ella quien a fuerza de atrevida inventó esa atractiva notoriedad que se llama glamour?