sábado, 21 de enero de 2012

Las "chic" bijoux del sindrome tropical


¿Frutillas, strass, semillas de aguacate, cáscaras de maníes y colmillos en un mismo collar?
Parece que el retro, lo vintage, la selva y este verano tienen su punto de reunión: el estilo tropical, ahora un poco más contenido en sus excesos que cuando hizo furor, durante los restrictivos ´40s.


Lo raro es el "chic" de este estilo tropical, ya que los trópicos siempre fueron asimilados con lo espontáneo, lo salvaje, lo inadecuado y hasta lo incorregible.
Pero el "síndrome Carmen Miranda", de la mano de un Brasil cada vez más protagónico, parece impactar este mundo ahora austero y quizás "alegrar" (como en aquel entonces) a una economía abatida por la escasez.
El hecho es que si la abundancia y la lujuria tropicales antes eran kitch, ahora son chic por milagro de apenas una pequeña alteración en las consonantes.
Lo interesante es que este tropical chic muestra que el buen gusto puede ser cuestionado, es cambiante, y que el apelativo chic no es un adhesivo que sólo pega sobre las superficies limpias y pulidas.


Convengamos que el estilo es bastante fácil de lograr si te apoyas en las bijoux: collares, aros y pulseras coloridos, naturales o muy vistosos. Y en que así como las bananas nunca crecieron donde las uvas ni los limones, esas combinaciones de colores antes imposibles, de estampados antes prohibidos entre sí y de materiales jamás combinables, ahora copan las pasarelas e inspiran el deseo tanto como a los diseñadores europeos.


Comencemos por algo bastante "discretito": este Moschino. Collar de falso coral turquesa para este colorido top cuyos lunares no acompañan ¿o sí? los de la pollera. Los moños en las sandalias también son bastante rotundos y tropicalosos.

Todo el fondo del Mar Caribe en un sólo broche. Resina plástica by Angela Caputti

 

¿Alguna duda de que esta modelo de la casa Dior ha "caído" bajo el poderoso influjo tropical?

Ciertamente, tenemos que reconocer que las pasarelas europeas se menean también al compás carioca: son capaces de reacomodar ansiosamente sus fechas para asistir a las novedades de San Pablo, y tal vez tengan hasta un poco de envidia por tanta capacidad de innovación y desenfado. 


Vemos en esta modelo brasilera las megamezclas que estan dejando abiertas las bocas del mundillo del "buen gusto". Y puede que lo chic radique ahí: nada consabido y esperado distingue por su estilo y carisma. Ni siquiera el falso lujo que puso en boga la gran Cocó, que seguramente vería con simpatía los looks emergentes de un nuevo mundo que puja cada vez con más fuerza y seguridad.
Ya mismo, los elementos naturales y sus alusiones compiten sin desventajas con los consagrados must de la bijoutería europea.


Cinco grandes rebanadas de piedras semipreciosas bien pulidas para este collar "sauvage".



   Cascada de borlas en hilados naturales: una joya impensada, cuyo "brillo"
es simplemente su luminoso colorido. 


Enfilado de chaquiras en seis hilos con separadores tejidos al crochet para este amoroso collar multicolor. 


Chic, trés chic. Sin miedo a las formas ni a los tintes,
la chica más chic del post, creo yo. 

Caramelos de manzana ácida, chicles de frutilla y mora, pastillas de menta... ¿o un irreverente bib con gemas que parecen comestibles?

 

Aros de grandes y vistosas vetas trabajadas a mano con colores shocking de masilla plástica.

 

De gran efecto: un collar con el intenso verde esmeralda de las piedras de cobre oxidado, igual que el ancho brazalete, sobre el estampado del vestido



Insólito bib de flores de tela sellada con fuego y pendiente de piedras semipreciosas todo alambrado con alpaca.


Collar de plumas en vibrandes colores sobre sweter rojo, shorts floreados, zapatos con plataformas bolso de telar y cinturón oscuro... ¡Vamos! ¡No parece tan difícil! ¡Al fin y al cabo, para contagiarse del sindrome tropical solo hay que arriesgar!¿Te animas?

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