sábado, 28 de enero de 2012

Rodrigo Otazu, el argentino que hace brillar a las divas del mundo.



¡Hola a todxs!
Estoy muy contenta de volver a mi teclado para reencontrarme con mis amigas y amigos de la web (¡sí! ¡un día antes de lo prometido!) y de poder iniciar el ciclo 2012 con algo muy energético y especial: un joyero argentino super talentoso.
Me lo "presentó" una amiga puntana (oriunda de Villa Mercedes, en la provincia de San Luis, como él). Inquieta por desayunarme un poco tarde con la noticia dije ¡qué maravilla! y corrí a la web. Sí, es un compatriota, Rodrigo Otazu, quien diseña muchas de las joyas que usan Madonna, Britney Spears, Lady Gaga, Sarah Jessica Parker, Nicole Kidman, Beyonce, Jennifer López, la princesa Máxima de Holanda y otras famosas de altísimo glamour.


Un collar de Lady Gaga. 

Rodrigo partió de Argentina a los 18 años hacia su destino, un destino que él construyó a fuerza de audacia, trabajo, genio y creatividad. Sin todo eso, hubiera sido difícil transformar unas tapitas de gaseosas en bellos aros de venta callejera gracias a los que sobrevivió recién llegado a Madrid. Luego, y sin hadas, todo fue casi de cuento, o de road-movie si te gusta más. Porque ese viaje iniciático a España fue una onda expansiva que rápidamente lo llevó a Holanda, desde donde sus viajes se multiplicaron a la velocidad de la luz.


Meses después de aparecer en un amplio reportaje de Vogue Italia, comparece en un programa de telerrealidad de la televisión americana sobre amas de casa. "¡Esas son unas locas divinas!", exclama. Ahora prepara el episodio piloto de su propio reality, Rodrigo Otazu Rocks, de ahí las cámaras que le acompañan en la entrevista.
Otazu explota al máximo su facilidad para utilizar los últimos medios técnicos al servicio de la difusión y venta. Incluso una colección, Strong Man, no fue diseñada como de costumbre sino con el uso de la computadora.
Pero lo más innovador para el mundo de las joyas es su conexión cósmica ( ¡y tan argentina! ) con el mundo del rock.
Lady Gaga luce las joyas de Otazu sobre un impactante "modelito" confeccionado con... ¡carne vacuna!


El idilio con las estrellas y el espectáculo se remonta a Britney Spears y la gala de MTV de 2002.  Ese mismo año había diseñado las joyas para el desfile de alta costura de Christian Lacroix. La americana y su equipo de asesores quedaron prendados de su trabajo y en cinco días el diseñador consiguió preparar una línea completa para la estrella.

Otazu ultimando detalles del collar que le hiciera a Lady Gaga para la exposición de diciembre 2011 en su lugar natal .

¿Su mayor virtud? Su exaltación del cuerpo con inusitadas joyas-escultura que resplandecen sobre la piel desnuda: para él no hay superficie que no merezca enjoyarse, ni material que no pueda emplearse en ello. Y eso fue justamente lo que inspiró a la producción de Sex and the City para comprarle algunas joyas. 
¡Britney Spears luce las joyas de Otazu sobre sus botas, en las caderas, en el ombligo, en el torso, en el brazo...!!!!

Otazu parece tener muy claro que tanto en el mundo de la belleza como en los mercados, los canales de comunicación son la base para llegar al público. Y vaya si lo logra, porque hoy, la empresa de Rodrigo Otazu emplea aproximadamente a 150 personas con una administración central en Amsterdan, talleres de confección en la isla de Bali, compras de insumos en Italia, Holanda y Australia, y su último y deseado desembarco laboral y personal en Nueva York.








Las tres líneas que tiene en el mercado son: Otazu, para joyas de día; Rodrigo Otazu, de gama alta, y Otazu Silver, piezas de plata para hombre y mujer.  A esto se suman In Between, proyectos aislados para artistas como Tyra Banks y películas como Sex and the City, y Classic, reediciones de sus Best Sellers. 


Sus diseños de la nueva línea para hombres de Swarovski,  Strong Men, le llevaron tres meses de obsesivo trabajo con la computadora. El define esta colección como punk-chic.

Este diciembre de 2011 volvió a su provincia, al Molino Fénix, con una exposición de las joyas que a lo largo de estos años fue regalandole a su madre, y como siempre, dejó boquiabiertos a sus visitantes.
Porque este morocho arrollador brilla particularmente en sus joyas.
Exuberante, carismático y avispado hombre de negocios, en verdad, Otazu no quiere ser un diseñador más y lo ha logrado: fulgura en el mundo ostensible tanto como las joyas de su creación.


Las joyas masculinas son la avanzada del creativo joyero.
Como este importante broche que destaca la textura de la solapa.


Mezcla de collares de cadenas y dijes metálicos de hojas de hiedra y cruces.


Como para las mujeres, Otazu diseña originales collares que visten completamente el torso masculino.

viernes, 27 de enero de 2012

Las perlas son joyas sensibles


Vienen del fondo marino, son orgánicas, sensibles a estímulos como la luz, las sustancias químicas, la temperatura, la humedad ambiental, perfectas con sus naturales imperfecciones... son espléndidas. Estas reinas de las joyas requieren de atención, y aquí van algunos tips para conservarlas mejor.
Nunca las guardes junto a un objeto metálico: su cubierta es blanda, se rayará e irá perdiendo brillo. Guardalas en estuches o bolsitas de seda, un material poroso que les permite respirar.
La luz  muy fuerte las decolora: deben estar en la oscuridad.
La sequedad del aire las deteriora: evita las cajas de seguridad por largo tiempo. El gran contenido de agua de las perlas hace que al faltarles ésta se agrieten.
Ponte las perlas una vez peinada y maquillada, para evitar la exposición excesiva a productos químicos. Luego de sacártelas, limpialas con un paño húmedo y tibio para retirar restos de maquillaje.
Por las mismas razones, el agua salada del mar, el agua de las piscinas o de las plantas potabilizadoras no es buena para ellas: jamás te bañes con ellas.
Un buen service cada tanto, para revisar los nudos, el cierre y las cuentas del collar, no vendrá mal.
Las perlas artificiales no son tan sensibles, pero aún así, se rayan, decoloran y manchan. Cuidalas con el mismo esmero y engañarán al ojo con la belleza sutil que las distingue.

jueves, 26 de enero de 2012

Más Otazu, porque lo bueno nunca es demasiado.

"Intento hacer algo que no esté hecho: mezclo los ingredientes, los vuelvo del revés y aspiro a dar a todo otro sabor"


Desde los trabajos especiales por encargo de las Pop Stars más deslumbrantes, joyería para desfiles de modas o los calendarios Swarovski 2011 y 2012 ( foto arriba), los variados y veloces días de Rodrigo Otazu se reparten entre la creación y los negocios . 

Cuando no trabaja, el talentoso y mundano argentino parece ser un hombre satisfecho: se sienta en su balcón a contemplar el sol o la luna, llama a su madre por teléfono… lee al Dalai Lama… "o simplemente miro el más bello espectáculo posible, que es el espectáculo de la vida. Muchas veces, esos paseos me inspiran. Porque veo formas, brillos, e inevitablemente pienso en cómo se verían en una joya. Me resulta casi imposible no trabajar."

Se inspira en la vida y el amor. En "todo lo que es bueno y original. La música, los libros de arte, los paisajes. La lista es larga no terminaría nunca. Para quien sabe mirarlo, el mundo es una fuente inagotable de inspiración y de ideas. Están allí. Sólo tenés que saber descubrirlas. Y después, no tenerle miedo a lo contradictorio. Mis joyas van con colores vivos en el invierno, y con el negro en el verano. Me divierto con lo que hago. Cuando lo que hacés te divierte y le ponés onda y te matás de risa, la gente se ríe con vos, se divierte con vos y se siente bien usando tus creaciones."
Citrinos, perlas y cadenas, en un bib que rompe con la tradición de una sola y tupida cascada.




Un "loco" brazalete asimétrico de cadenas y abalorios con apliques de strass.



 Pendientes de cristales Swarosvki, que combinan sus formas de manera innovadora.
Cuero trenzado ( algo muy argentino), oro, jade y cristales para este brazalete absolutamente posmoderno con sus audaces mezclas.  


Tocado y pendientes para Christian Lacroix 

Un "Otazu auténtico", con su mix de colores, formas y cristales tejidos en dijes combinados. 


Collar trendísimo de la línea Otazu, modelo "Absolute elegance", en su versión Fresh Mix. 

Otra foto del calendario Swarovski con prendas del creativo Otazu.

Para encontrar muchas de sus joyas en la web, podés clickear en Otazu designs 


Orgánicos y sustentables: accesorios textiles para embelesar


Orgánicos y sustentables, los accesorios ya son una clave en sus desfiles: Marcelo Senra reinventa permanentemente lo autóctono para una mujer que se identifica con las raíces más profundas del norte y centro argentino. Las texturas y tejidos manuales de sus prendas sintonizan con los originales accesorios confeccionados en fibras naturales por Riaga.


 En sus desfiles, ya son clásicos el chaguar, la alpaca, la lana, las plumas, el yute, el cáñamo teñidos con tintes naturales y confeccionados en macramé, crochet, y diversas técnicas de telar, combinados con otros materiales autóctonos.


Tela de algodón deshilachada y recompuesta en un fabuloso bib enteramente realizado a mano.


Algodón arrollado con dije deshilado en textil naranja.


Megapulsera de espoja vegetal, con abalorios de esponja y naranja desecada.


Adorable broche con una sola flor XXL, confeccionada en fibras naturales.


Un fabuloso bib tejido al crochet todo natural.



Aborigen, gaucho, hispano, marroquí... ¿El resultado de todo esto? Un pret a porter muy personal, producto sutil del mestizaje de bellos rasgos identitarios.





El Chaco en los colores y la hechura estos dos vestidos: uno como una piel o cuero que envolviera el cuerpo, el otro tejido en fibra de chaguar, con la técnica y los dibujos de las culturas del lugar. 



Marcelo Senra y dos de los vestidos presentados en el desfile del Bicentenario.


Casi como un soldado enviado por la corona española, ya mestizado, por supuesto.



El bleiser abrocha con la típica platería gauchesca de las rastras, mientras que la faja es de lana con flores fieltradas.
Abajo, bolso confeccionado con un tejido en telar oriundo del norte argentino. Los collares, con esas cuentas de alpaca insertas en tiras recuerdan la cuerda de cuero tranzada que se usa en el campo para contar el ganado. EL gorrito, casi kolla.



Elegantes y a la vez espectaculares, estos accesorios hablan por sí solos de la búsqueda de este gran diseñador argentino oriundo de la provincia de Salta.

sábado, 21 de enero de 2012

Las "chic" bijoux del sindrome tropical


¿Frutillas, strass, semillas de aguacate, cáscaras de maníes y colmillos en un mismo collar?
Parece que el retro, lo vintage, la selva y este verano tienen su punto de reunión: el estilo tropical, ahora un poco más contenido en sus excesos que cuando hizo furor, durante los restrictivos ´40s.


Lo raro es el "chic" de este estilo tropical, ya que los trópicos siempre fueron asimilados con lo espontáneo, lo salvaje, lo inadecuado y hasta lo incorregible.
Pero el "síndrome Carmen Miranda", de la mano de un Brasil cada vez más protagónico, parece impactar este mundo ahora austero y quizás "alegrar" (como en aquel entonces) a una economía abatida por la escasez.
El hecho es que si la abundancia y la lujuria tropicales antes eran kitch, ahora son chic por milagro de apenas una pequeña alteración en las consonantes.
Lo interesante es que este tropical chic muestra que el buen gusto puede ser cuestionado, es cambiante, y que el apelativo chic no es un adhesivo que sólo pega sobre las superficies limpias y pulidas.


Convengamos que el estilo es bastante fácil de lograr si te apoyas en las bijoux: collares, aros y pulseras coloridos, naturales o muy vistosos. Y en que así como las bananas nunca crecieron donde las uvas ni los limones, esas combinaciones de colores antes imposibles, de estampados antes prohibidos entre sí y de materiales jamás combinables, ahora copan las pasarelas e inspiran el deseo tanto como a los diseñadores europeos.


Comencemos por algo bastante "discretito": este Moschino. Collar de falso coral turquesa para este colorido top cuyos lunares no acompañan ¿o sí? los de la pollera. Los moños en las sandalias también son bastante rotundos y tropicalosos.

Todo el fondo del Mar Caribe en un sólo broche. Resina plástica by Angela Caputti

 

¿Alguna duda de que esta modelo de la casa Dior ha "caído" bajo el poderoso influjo tropical?

Ciertamente, tenemos que reconocer que las pasarelas europeas se menean también al compás carioca: son capaces de reacomodar ansiosamente sus fechas para asistir a las novedades de San Pablo, y tal vez tengan hasta un poco de envidia por tanta capacidad de innovación y desenfado. 


Vemos en esta modelo brasilera las megamezclas que estan dejando abiertas las bocas del mundillo del "buen gusto". Y puede que lo chic radique ahí: nada consabido y esperado distingue por su estilo y carisma. Ni siquiera el falso lujo que puso en boga la gran Cocó, que seguramente vería con simpatía los looks emergentes de un nuevo mundo que puja cada vez con más fuerza y seguridad.
Ya mismo, los elementos naturales y sus alusiones compiten sin desventajas con los consagrados must de la bijoutería europea.


Cinco grandes rebanadas de piedras semipreciosas bien pulidas para este collar "sauvage".



   Cascada de borlas en hilados naturales: una joya impensada, cuyo "brillo"
es simplemente su luminoso colorido. 


Enfilado de chaquiras en seis hilos con separadores tejidos al crochet para este amoroso collar multicolor. 


Chic, trés chic. Sin miedo a las formas ni a los tintes,
la chica más chic del post, creo yo. 

Caramelos de manzana ácida, chicles de frutilla y mora, pastillas de menta... ¿o un irreverente bib con gemas que parecen comestibles?

 

Aros de grandes y vistosas vetas trabajadas a mano con colores shocking de masilla plástica.

 

De gran efecto: un collar con el intenso verde esmeralda de las piedras de cobre oxidado, igual que el ancho brazalete, sobre el estampado del vestido



Insólito bib de flores de tela sellada con fuego y pendiente de piedras semipreciosas todo alambrado con alpaca.


Collar de plumas en vibrandes colores sobre sweter rojo, shorts floreados, zapatos con plataformas bolso de telar y cinturón oscuro... ¡Vamos! ¡No parece tan difícil! ¡Al fin y al cabo, para contagiarse del sindrome tropical solo hay que arriesgar!¿Te animas?