martes, 4 de octubre de 2011

1930 Art-Decó: el nacimiento de la bijouterie

 


Hacia principios del siglo XX el tocador, mueble de distinción y clase, ya se había hecho bastante popular. Para los artículos femeninos de calidad y las joyas valiosas era el hábitat "natural". Mujeres nobles, burguesas y de clase media acomodada estaban listas para recibir este primer período de gran impulso a la bijouterie que fue el Art-Decó ( 1920-1939). Art-Decó abrevió Arts Decoratifs, el nombre de la exposición de Paris cumbre de las artes decorativas en ese tiempo.
Primo hermano de la opulencia de los años ´20 y la depresión económica del ´30, el Art-Decó fue producto de “años locos” y entre guerras, y de su deseo de placer incontrolado, sensualidad y lujo.
Lo novedoso de esta combinatoria fueron las joyas de imitación y el falso lujo en objetos para uso personal y cotidiano. En esos años “Ser” se fue haciendo cada vez más “parecer”. Y su sello estético fue la libertad, la alegría y la extravagancia.

Si bien desde el 1700 cada vez más mujeres adornaban su cuerpo con meros fines ornamentales, en estos años la bijouterie comienza a cobrar importancia como adorno e industria, porque es una época de mecanización de los procesos manuales y de necesidad de poner a disposición de una amplia clase media el adorno y la belleza. Resultado: los mismos diseños de la alta burguesía con materiales más asequibles que la joyería, o lo que es igual, los tocadores de las no pudientes se llenan de bijouterie.
Cocó Chanel llevó a la cima esta idea, logrando hacer cada vez más aceptable y popular el uso de perlas falsas y de bijouterie como complemento de los trajes que diseñaba.
El art-decó respondió al intento de dotar a la naciente producción masiva con arte y diseño, alternando materiales preciosos (diamantes, rubíes, oro, perlas), por otros muy poco ortodoxos e innovadores, como baquelita, plástico, cromo, acero y platino macizo. EL art-decó cambió el bronce por la calamina bronceada, el marfil por la marfilina.
Característico de este estilo es el uso de figuras geométricas (cuadrado, círculo y triángulo) o motivos de la naturaleza geometrizados; rígidas simetrías, y uso del color con fuertes contrastes, del tipo blanco-negro y tonos vivos y netos como verde manzana, naranja y amarillo cadmio.

Este tratamiento geométrico y de fuertes contrastes se aplicó a estilizadas figuras vegetales o animales, así como a las máquinas más populares de la época: automóviles y aviones. Lo mismo sucedió con los motivos exóticos tomados de culturas como el Egipto faraónico, aztecas y mayas, el Africa tribal, el lejano Oriente , y los nacientes movimientos en las artes gráficas. He aquí una foto de la exposición de Cartier, uno de los más importantes diseñadores de joyas de la época.


La bijouterie se adaptó a la nueva imagen femenina liberada de sujetadores y corset, que requería adornos más livianos, sencillos, alegres y más baratos. Los grandes escotes de los vestidos totalmente rectos y la falta de mangas requerían pulseras anchas y cocktails rings (anillos muy grandes).

Así como de collares alargados y generosos, que solían copiar modelos de los maharajás indios ( foto más arriba).
Dado que el peinado mostraba por primera vez las orejas, se pusieron de moda largos e importantes pendientes, así como gran variedad de aros de clip.



Las faldas lisas y rectas se adornaron con cierres diversos, broches y alfileres como complementos decorativos.



La bijouterie art-decó invadió también algunos accesorios concebidos como pequeñas obras de arte portadoras de lujo: neceseres, polveras, encendedores, lápices labiales, espejos, gemelos para camisas, estuches para cigarrillos y pequeñas carteras y sobres de fiesta.
Sobre femenino, cigarrera y encendedor con oro, zafiros y reloj en el cerrojo.


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